Hace muchos, pero muchos años se rumoreaba que iban a llegar unos gigantes que destruirían todo el pequeño pueblo de Pulgar, con unas herramientas enormes, una especie de dientes afilados que actualmente se denominan sierras.
Pronto se empezaron a escuchar unos fuertes pisotones y nadie podía dormir bien. Todos los habitantes de Pulgar estaban muy asustados, pues pensaban que los gigantes iban a hacerles daño, pero no fue así.
Los gigantes, al llegar al pequeño pueblo, se dirigieron a lo que es ahora la sierra y uno de ellos partió la sierra por la mitad con su herramienta.
Los habitantes salieron de sus casas un poco más tranquilos ya que no les habían hecho daño y alguien dijo:
-Oye ¿Por qué has hecho eso?
-La hemos partido porque nuestro adorado dios nos lo pidió.
-Cada vez que hacemos lo que nos pide nos hacemos más humanos, es decir, que nos parecemos más a vosotros..., a personas normales-dijo el gigante.
Una mujer dio un paso adelante y dijo:
-Está bien, no pasa nada, pero antes hay que pedir permiso.
-Os debo una disculpa - dijo el gigante con la cabeza baja.
Los gigantes se fueron dejando su enorme herramienta al lado de esa pequeña montaña y desde ese día la herramienta fue denominada sierra al igual que aquella pequeña montaña.
Muy bien escrita, me gusta mucho.
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